Encontrarnos demuestra disposición para acercarnos al otro, en gran medida nos sumerge y nos involucra en su realidad. Alimentar con nuestra experiencia de vida a otras personas nos ayuda a tejer y fortalecer redes, a luchar por sueños comunes y a estrechar lazos de amistad. Ese fue el propósito principal del VIII Encuentro Nacional de la Red SJR Colegios: Hacernos Amigos a partir de aquello que nos une.

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En este encuentro nos dimos la oportunidad de construir desde aquello que nos identifica como Red, pero también desde lo que nos diferencia como personas de distintas procedencias, edades y culturas. Contamos con participantes de diferentes ciudades y países, representados en los colegios de ACODESI de Pasto, Medellín, Bogotá y Barranquilla; Fe y Alegría Bogotá y Soacha; y Reina de la Paz de Bucaramanga; así como la Plataforma Joven - Sobredosis de Cambio, de la ciudad de Cúcuta y la Red Solidaria de Jóvenes de España. La riqueza cultural que se vivió en el encuentro, nos hace conscientes de que pertenecemos a una Red que se extiende más allá de nuestros colegios, ciudades y países, y que se compromete con las realidades que viven “otros”, con una opción preferencial por las víctimas del conflicto armado en Colombia y los refugiados en el mundo.

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El primer día Medellín, “La ciudad de la eterna primavera”, nos recibió con unos excelentes anfitriones. Se resalta la cercanía, participación y compromiso de alumnos y ex-alumnos del Colegio San Ignacio de Loyola, pertenecientes al grupo SJR, por la preparación y disposición de espacios para que este encuentro fuera una realidad.

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Conocer la Comuna 13 a través de la experiencia del “Graffitour” y visitar el Museo Casa de la Memoria, nos permitió acercarnos a la realidad de las personas afectadas por el conflicto armado y sus múltiples violencias. Pero también nos mostró las capacidades transformadoras que puede tener un colectivo al levantarse y decir “aquí sucedió esto y no queremos que se repita”.

 

Durante los siguientes días del encuentro, valoramos la entrega y creatividad de los participantes en las actividades propuestas; la gratuidad en el compartir nuestros sueños como grupos que pertenecen a una Red o que inciden en la transformación de sus contextos; la postura reflexiva frente a las diferentes problemáticas de nuestras ciudades, regiones y países; así como la riqueza cultural que hace parte de nuestra identidad.